El desarrollo de la autonomía en la etapa infantil

El desarrollo de la autonomía en la etapa infantil

La autonomía es la capacidad para desenvolverse con independencia en el medio. No significa solamente saber hacer la cama o preparar el desayuno por la mañana, significa mucho más. La autonomía hace referencia a la capacidad para tener opiniones, gustos,
tomar decisiones propias, saber utilizar la educación y tener una moral. El desarrollo de la autonomía debe ser el fin de la educación, según Jean Piaget.

La autonomía es considerada como la capacidad de tomar decisiones, consecuentes de un pensamiento crítico y una reflexión, y de realizar acciones de forma individual teniendo en cuenta nuestras necesidades, características, posibilidades y limitaciones, así como considerando el entorno en el que estamos inmersas y las consecuencias derivadas de nuestros actos. Para ello, la educación emocional, el conocimiento de una misma, la autorregulación, la capacidad de resiliencia, la creatividad y el diálogo son imprescindibles.
Es necesario trabajar la autonomía en la infancia desde los primeros años de vida, por lo que el ámbito educativo tiene un papel fundamental en el desarrollo de esta. La neurociencia defiende que los primeros seis años son cruciales para la maduración del cerebro y las sinapsis que se producen entre las neuronas. Para ello, es importante que la alumna se plantee cuestiones, busque diferentes soluciones, relacione el aprendizaje con la vida real, tenga posibilidad de movimiento y manipulación de los materiales y satisfaga su curiosidad a través de la exploración, la experimentación y el juego.

Por otra parte, para el desarrollo de la autonomía, es necesario trabajar la consecución de la independencia tanto emocional como instrumental. Esto supone que es importante superar la etapa en la que la persona requiere la aprobación continua de los demás a la
hora de resolver cada situación, así como es necesario adquirir la capacidad para resolver estos problemas acordes con cada etapa evolutiva- sin la necesidad de pedir ayuda constante a otras (Chikering, 1969 en Boud, 1988, p. 35).

¿Cómo fomentar la autonomía en los niños?

Adquirir el nivel de autonomía necesario para disfrutar de una vida plena, es un proceso que requiere de paciencia y aprendizaje. Algunas veces, el niño aprenderá por imitación y repetición, pero otras, serán sus padres y educadores los que deberán propiciar las situaciones exactas para que el niño trabaje una habilidad concreta.

1. Asigna responsabilidades: para motivarlos, puedes proponerle pequeñas responsabilidades diarias, tales como cepillarse los dientes o hacer la cama. Esto también le ayudará en su futuro a organizar sus tareas.
2. Fortalece su confianza desde el cariño y el apoyo. Si ves que no les sale de primeras una tarea, sigue animándolos y evita caer en el error de aplaudirles todo lo que hagan, aunque lo hagan mal.
3. Evita ser sobreprotector porque esta actitud puede obstaculizar el aprendizaje y en ocasiones, hasta generar ansiedad por miedo al fracaso.
4. Ofrécele los medios y las herramientas necesarias para conseguir sus metas, como, por ejemplo, materiales escolares, planificadores, ayuda específica en caso de que lo necesite, etc.
5. Motívalo a explorar el entorno y ve dándole más libertad conforme vayan creciendo. Así pondrán a prueba sus propias capacidades.
6. Establece límites también es importante para evitar riesgos y que puedan procesar la información poco a poco. También es importante que les hagas saber lo que han hecho mal, que aprendan a pedir perder, a asumir sus responsabilidades y a rectificar.
7. Crea rutinas ayudará a que los niños asuman responsabilidades e interiorizan tareas. Perfeccionarán sus actividades y aprenderán a distribuir su tiempo de ocio y de obligaciones.
8. No lo sobrecargues de responsabilidades y tareas porque puede ser contraproducente. Recuerda que el avance en la autonomía es un proceso paulatino que abarca desde el primer año de vida hasta, aproximadamente, la adolescencia.

En la actualidad esta autonomía es imprescindible: las empresas demandan personas completamente autónomas que sean capaces de desenvolverse sin la necesidad de depender de un supervisor, tomar decisiones por sí mismos y ser capaces de asumir las consecuencias de sus actos, por lo comenzar desde que los niños son pequeños a inculcarles el valor de la autonomía es muy importante.

Por ello, es importante que el niño o niña, desde temprana edad, se sumerja en algunas dinámicas y espacios que promuevan su autonomía. Desde Arcade, contamos con un programa de acompañamiento temprano, el Club de los Exploradores, en el que el niño, o niña, en edad escolar, comienza una etapa de exploración mediante el juego y la libre exploración.

Por: Mariel Mansilla
Docente Club de los Exploradores

Bibliografía

Prensky, M. (2015). El mundo necesita un nuevo currículo. Habilidades para pensar, crear, relacionarse y actuar. España: Innovación Educativa.
Pozo, J.I. (2016). Aprender en tiempos revueltos. La nueva ciencia del aprendizaje. Madrid: Alianza editorial.
Quiroga, P. e Igelmo, J. (2016). La pedagogía Waldorf y el juego en el jardín de infancia. Una propuesta teórica singular. Revista de Pedagogía, 65 (1), 79-92. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4166450

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